lunes, 9 de diciembre de 2013

Accidentes viales


Bajan los accidentes de autos, pero crecen los que involucran a motos

Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en Bahía Blanca casi el 60% de los choques tienen a una motocicleta como protagonista; el 16% resulta mortal
Autor:     Mauricio Giambartolomei  
Fuente:  La Nación

La participación de motos y ciclomotores en accidentes de tránsito se fue incrementando en los últimos cinco años, al contrario de lo que sucedió con los vehículos. En 2009, el porcentaje apenas alcanzaba el 15%, mientras que en 2013, con un parque que aumentóconsiderablemente, llegó al 31% en todo el país. En la vereda opuesta, aunque con cifras mayores, el porcentaje de la participación de automotores pasó del 55% a un 47%.
Los datos surgen de un informe nacional de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) que se dio a conocer apenas horas después de conocerse el caso de una persona que transitó 20 kilómetros por la Panamericana con partes de una moto, a la que había atropellado, debajo de su auto.
Bahía Blanca tiene uno de los mayores índices de participación de motocicletas en accidentes de tránsito con un 57%. De esa cifra, un 16% de siniestros son mortales.
En Bahía Blanca, por ejemplo, tomó estado público el caso de un joven que se filmó evadiendo controles de tránsito a toda velocidad y luego compartió el video en las redes sociales. "Tomarse a juego algo que es tan grave: uno de cada cuatro siniestros con motocicletas termina en muerte y en la mayoría de los casos se vinculan con imprudencias", sintetizó el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, responsable también de la ANSV.
La información puso en alerta a las organizaciones que trabajan en pos de evitar los accidentes. Y también abrió un debate sobre las condiciones en que se realizan los controles de tránsito y los materiales con los que se fabrican los elementos de seguridad, por ejemplo, el casco.
Según las cifras de los últimos años procesada por la ANSV, en 2009 la incidencia de las motos y/o ciclomotores era del 15%. Pero el porcentaje se fue incrementando a medida que pasaron los años. En 2010 fue del 17%, en 2011 llegó al 19% y en 2012 alcanzó el 26%, para terminar en 2013 en el 31%. Esto se debe, de acuerdo con la explicación de la Agencia, al crecimiento del parque automotor. La última cifra para comparar es de 2012, cuando en todo el país había registradas 4.774.109; en 2011 eran 4.091.639.
"Los motociclistas son conductores vulnerables, y con el aumento de la cantidad de motos en la calle, si no se adoptan medidas específicas para este sector, veremos muchos más accidentes" explicó días atrás David Melton, un especialista en seguridad vial que trabajo durante 45 años en Asia, Europa y América latina, de visita en Buenos Aires.
"Trabajamos en el endurecimiento de los controles y vamos a profundizar esa política", prometió Randazzo quien, según dijo prefiere "que un padre vaya a buscar la moto de su hijo a un corralón y no a la morgue a reconocer su cadáver".
Para Viviam Perrone, miembro de la asociación Madres del Dolor, "hay menos controles del uso del casco y también de los materiales con los que se fabrican. Nos llegan muchos casos de muertos que usaban el casco al momento del accidente", dijo Perrone a LA NACION.
Las cifras oficiales de la ANSV, sin embargo, hablan de la entrega de 50.000 cascos protectores a motociclistas.
Por otra parte, y a contramano de lo que ocurre con las motocicletas, el porcentaje de accidentes de tránsito en los que está involucrado por lo menos un auto bajó considerablemente. En 2009 era de 52,5%; en 2010 cayó a 51,47%; en 2011 alcanzó el 51,77% y en 2012 (la última medición en este rubro) fue de 47,15%.

"El exceso de velocidad es una de las principales causas de muerte en hechos de tránsito y, si se da en moto, es más riesgoso, ya que incrementa 17 veces las probabilidades de morir que en un auto", sintetizaron desde la ANSV.

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lunes, 2 de diciembre de 2013

Piratería marítima




En los últimos años han aumentado significativamente los ataques piratas contra barcos, en particular en el Golfo de Adén, la cuenca de Somalia y el Océano Índico. Este tipo de sucesos afecta a amplias zonas marítimas, por lo que resulta difícil prevenirlos.
La piratería marítima afecta a las principales rutas de navegación y pone en peligro las vidas de marineros y marinos mercantes provenientes de todas las partes del mundo, centenares de los cuales son secuestrados cada año.
Los piratas reciben rescates de millones de dólares, que presuntamente se reparten entre ellos mismos, sus cabecillas y las personas que financian las operaciones. La información disponible indica que actualmente parte del dinero se reinvierte en el extranjero a través de emigrantes somalíes.
El rastreo de los flujos financieros de los rescates es uno de los principales retos que afrontan los organismos encargados de la aplicación de la ley.

La respuesta de INTERPOL

En estrecha colaboración con la comunidad internacional, el Grupo Especializado de INTERPOL sobre Piratería Marítima se centra en tres áreas principales para combatir este tipo de delincuencia:

Mejorar la recopilación de pruebas

El entorno marítimo plantea problemas especiales para la recopilación de pruebas. INTERPOL proporciona asesoramiento, formación y equipos a sus países miembros de todo el mundo, a fin de mejorar la cantidad y la calidad de los datos recogidos, y garantizar su adecuada conservación y análisis.
Actualmente INTERPOL está elaborando una base de datos mundial sobre piratería marítima, gracias a la cual pronto estará en condiciones de mejorar el análisis de las redes de piratería y ayudar a los países miembros a identificar y detener a personas destacadas de la piratería marítima somalí (es decir, quienes dirigen y financian los ataques), así como a localizar sus activos.

Facilitar el intercambio de datos

Un único caso de piratería a menudo afecta a varias naciones. Es posible que los buques tengan pabellón, armador y fletador de países diferentes y que sus tripulaciones sean multinacionales. Los piratas y la marina de guerra que los captura también pueden ser de países distintos del que desea investigar el caso y enjuiciar a los delincuentes. Por este motivo, resulta crucial el intercambio de información entre las autoridades militares, policiales y judiciales de los distintos países implicados.
Nuestro sistema mundial de comunicación policial protegida, conocido como I-24/7, y nuestro sistema de notificaciones son esenciales para el intercambio de datos y la detención de los presuntos piratas.

Capacitación a escala regional

Casi todos los procesos penales por piratería marítima se llevan a cabo en países de África o de Asia. Por consiguiente, nos dedicamos a potenciar las capacidades de las unidades de investigación policial a escala regional. Proporcionando formación y equipos especializados antes de los juicios, podemos aumentar las posibilidades de que se condene a los delincuentes.

Colaboración

Dado el alcance y la naturaleza de la piratería marítima, la colaboración internacional e intersectorial es esencial para prevenir, investigar y perseguir estos delitos. Por esta razón, cooperamos con las siguientes organizaciones internacionales:
Asimismo, colaboramos estrechamente con varias organizaciones militares y empresas del sector privado.


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