lunes, 30 de abril de 2012



Roban un banco cada siete días en la Capital y el GBA

Fuente: www.clarin.com


Los robos duran menos de tres minutos, que es el tiempo que tarda en llegar la Policía.


Por lo general, participan tres o cuatro hombres que usan autos robados.


¿El promedio del botín que obtienen? Unos 35.000 pesos, aunque hubo casos que se llevaron 200.000.


 Los robos a bancos denominados "exprés" o "rápidos" crecieron en los últimos meses y los especialistas aseguran que esta tendencia se debe a que bajaron los asaltos tipo "salideras" por las mamparas que se colocaron en las líneas de caja de las entidades.


Desde el 24 de noviembre pasado al 24 de abril último (153 días), hubo 20 robos exprés. De esa cifra, 15 ocurrieron en territorio bonaerense (la mayoría en zona norte) y el resto en Capital Federal. De esta manera, hay un golpe cada siete días.


Según un informe del Banco Central (BCRA) al que tuvo acceso Clarín , entre enero y mayo de 2010 se registraron nueve robos a bancos. Es decir un promedio de casi dos por mes.


Ahora, entre el 24 de noviembre de 2011 y el 24 de abril de este año, el promedio de robos a bancos se duplicó.


La "Ley Antisalideras" que obligó a poner mamparas en las líneas de cajas de los bancos se aprobó en septiembre de 2010 (ver "Una ley..." ), aunque se puso en práctica en la primera mitad de 2011.


" Desde la implementación de las mamparas, bajaron un 70 por ciento los robos tipo 'salideras'. Pero los ladrones buscaron otros puntos permeables en la seguridad de los bancos . Por ejemplo: los vidrios de las líneas de caja no son blindados y los mostradores tampoco. Lo único que hicieron el año pasado la mayoría de los bancos fue levantar el vidrio de las cajas hasta 2,20 metros de altura", contó el abogado Héctor Muzzio, ex jefe de seguridad del Banco Central.


Hay dos tipos de bandas de asaltantes de bancos: las que tienen infraestructura –integradas por ladrones profesionales– y las que se dedican a los robos rápidos.


Un fiscal de zona norte que investiga al menos cinco robos "exprés" le dijo a Clarín que las bandas que él investiga están conformadas por oportunistas que no tienen mucha experiencia.


"Los ladrones saben que la Policía tarda al menos tres minutos en llegar, mientras que a ellos sólo les lleva uno dar el golpe", resaltó.


Si bien el promedio de dinero que se llevan los ladrones en los robos "exprés" no supera los 35.000 pesos, hay casos en que los botines son más altos. El 6 de diciembre pasado, tres asaltantes se llevaron 200.000 pesos del Itaú de Munro. Y el 8 de marzo, tres asaltantes escaparon con 100.000 pesos del Santander Río de Acassuso, en San Isidro
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Las bandas están integradas por tres o cuatro hombres. El auto que usan para escapar lo roban el día anterior y lo abandonan luego del golpe . Adentro del banco uno de los hombres se queda en el hall de entrada con el empleado de seguridad, otro va a la garita y el tercero busca un rehén y exige al cajero que le abra las cajas. De lo contrario, obligan al vigilador a que les dé las claves (se cambian todos los días) para llegar a ese sector.


El 7 de febrero, en un operativo que duró apenas tres minutos, tres ladrones armados con ametralladoras, pistolas y un fusil FAL entraron al Banco Santander Río de avenida Mitre 1695, en Vicente López. Luego de tomar al vigilador de rehén, escaparon con el botín en un Honda Fit que había sido robado el día anterior.


Por el golpe al Santander, unos días más tarde, por orden del fiscal de Vicente López Eduardo Rodríguez, dos jóvenes de 20 y 22 años fueron apresados en la villa La Cava. Ninguno tenía antecedentes penales.


"Los ladrones ganan más en una 'salidera' que en un golpe 'exprés'. Pero hoy es menos riesgoso dar un golpe rápido . Es difícil saber cuánto dinero se llevan los ladrones, por los seguros que tienen los bancos y porque muchas veces no respetan el límite de dinero que tiene que haber en las cajas. Además, en ocasiones, las entidades no declaran la verdad del monto que les robaron", aseguró un investigador.


De los 20 robos que se dieron a conocer de noviembre a abril, 11 lo sufrieron bancos de la zona norte del Gran Buenos Aires.


"Sólo durante el mes de marzo una misma banda integrada por tres hombres fue filmada en cinco hechos. Esta organización dio muchos golpes en poco tiempo porque los botines que obtuvieron fueron chicos y como gastaban rápido el dinero daban un golpe tras otro", concluyó una fuente del caso.


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miércoles, 11 de abril de 2012

La Piràmide de Maslow de la Seguridad



Autor:  Antonio Villalòn


Como se puede leer en la Wikipedia la Pirámide de Maslow es una teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow en su obra de 1943 “Una teoría sobre la motivación humana” (A Theory of Human Motivation). 

Maslow formula en su teoría una jerarquía de necesidades humanas y defiende que conforme se satisfacen las necesidades más básicas, los seres humanos desarrollan necesidades y deseos más elevados; en esta jerarquía, en el segundo escalón -justo por encima de las necesidades básicas para sobrevivir-, aparecía el concepto de seguridad en todos sus ámbitos: lo que necesitamos, una vez sobrevivimos, es tranquilidad.

Según Maslow, en la jerarquía propuesta, las necesidades más altas ocupan nuestra atención sólo cuando se han satisfecho las necesidades inferiores de la pirámide; las fuerzas de crecimiento dan lugar a un movimiento ascendente en la jerarquía, mientras que las fuerzas regresivas empujan las necesidades prepotentes hacia abajo en la jerarquía (algo a tener especialmente en cuenta en estos tiempos de crisis).

Con el tiempo, la pirámide de Maslow se ha extrapolado a ámbitos mucho más amplios que la psicología humana. En concreto, en el mundo de la seguridad, hay algunos artículos que tratan de asimilar la pirámide a niveles de seguridad o de confortabilidad conseguidos en la organización (focalizados muchos casos en la seguridad informática), únicamente bajo la perspectiva del grado de seguridad implantado. En este post hablaremos de la pirámide de Maslow de la SEGURIDAD global en las organizaciones, pero desde un punto de vista diferente: nos centraremos, como hizo Maslow, en las necesidades o deseos en cada una de las fases jerárquicas de la pirámide.

Asimilando esta pirámide a la seguridad, podemos definir un primer escalafón -la base de todo- que podríamos denominar AUTOPROTECCIÓN. En el mismo, nos interesa la seguridad y la protección de nuestros activos, pero no invertimos recursos en dicha protección; dicho de otra forma, nos dejamos llevar, aplicando las salvaguardas mímimas para sobrevivir: no cruzamos la calle cuando hay tráfico, no introducimos virus en nuestros ordenadores, cerramos nuestra oficina con llave…

Por encima de la autoprotección encontramos el DESCONTROL; en esta fase ya “sobrevivimos”, y nuestra necesidad o nuestro deseo es cubrir los aspectos de seguridad que van más allá de la mera supervivencia. Para conseguir este deseo, implantamos -o mejor dicho, permitimos que se implanten- unos controles mínimos en base al criterio personal de miembros de nuestra organización, sin mayor estructura ni coordinación. Así, nuestra seguridad depende por completo de las personas que tenemos en nuestra organización, de su buen hacer y de sus intenciones; en muchos casos, si esas personas dejan de trabajar con nosotros, sus actividades sencillamente se pierden.

Más allá de la anterior, encontramos la fase de CONTROL; aquí ya no dejamos nuestra seguridad en manos de un grupo de personas sin coordinación, sino que velamos para que el trabajo de estas personas sea correcto y reproducible, y para que esté correctamente identificado y coordinado. En la fase anterior necesitábamos cierto control para coordinar las actividades que, relativas a seguridad, se venían ejecutando en nuestra organización, y eso es lo que hemos introducido en esta fase de la jerarquía; ya no permitimos que las tareas de seguridad se hagan “porque sí”, o porque un técnico decide en un determinado momento que nos hace falta un sistema de CCTV, sino que todas siguen un hilo conductor coordinado relativamente y con un fin concreto: la protección del negocio.

Por encima de la fase de control, tenemos la de AUDITABILIDAD; en nuestra seguridad hemos superado el control, y nuestro próxima necesidad es por tanto garantizar, aparte de que las cosas se hacen bien y de forma organizada, que son trazables y un tercero (o nosotros mismos) puede analizarlas para comprobar su eficacia y su eficiencia. Así, estamos consiguiendo no sólo hacer las cosas bien, sino que los demás puedan comprobar que las hacemos bien (y con esto no nos referimos únicamente a la certificación de un sistema de gestión por parte de un tercero, sino que nos referimos a cumplimiento de estándares de auditoría interna, financiera, etc.).

Finalmente, como cúspide de esta pirámide de Maslow que nos hemos inventado, encontramos la GESTIÓN de la seguridad. No sólo garantizamos el control y la trazabilidad de nuestra seguridad, sino que además la gestionamos de forma correcta y buscamos siempre la mejora continua, por ejemplo siguiendo un ciclo de Deming; si nos centráramos en seguridad de la información, esto significaría un SGSI correctamente implantado y mantenido, pero viendo más allá de esta seguridad, la etapa de Gestión significa que invertimos los recursos necesarios en gestionar de forma correcta nuestra seguridad corporativa, tanto física como lógica, legal u organizativa.

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