lunes, 27 de febrero de 2012

El Departamento Seguridad



Autor:  José Luis Spaltro

El Departamento Seguridad de una Organización  es el sector que está en capacidad de trabajar bajo condiciones extremas, todos los días, en  todo horario.

Sus integrantes están sujetos a Normas de Procedimientos las cuales tienen el aval de Leyes Nacionales e incluso por la Convención Colectiva para la especialidad y deben tener la capacitación técnica y psicológica acorde para tamaña responsabilidad.

Los riesgos, accidentes, incidentes, eventos traumáticos, ilícitos o catástrofes no reconocen momento para desatarse y el Area Seguridad debe intervenir con rapidez e idoneidad para mitigar sus efectos directos, secundarios y colaterales.

La Capacitación del personal de Seguridad es una tarea permanente y tiende, basicamente, a incrementar los conocimientos, adquirir nuevas y mejores formas de trabajo y facilitar las acciones que inicialmente aparecen como desfavorables o de difícil ejecución.

Doctrinariamente, en la Ciencia de la Seguridad interviene el componente técnico por excelencia, el derecho y la psicología.

Cada uno aporta:

- Las bases para la ejecución del trabajo en forma de Normas Operativas.
- Las condiciones legales en las cuales puede y/o debe actuar
- El tratamiento y la contención que debe brindar a las personas afectadas frente a un evento.

Por las características enunciadas, el responsable del Departamento de Seguridad debe contar con:

- Adecuada preparación intelectual
- Trayectoria en el Area (experiencia)
- Actualización de conocimientos
- Iniciativa, Liderazgo, Motivación y Autoridad

El Area Seguridad, además debe estar jerarquizada; sus observaciones, críticas y propuestas deben ser tenidas en cuenta y su dependencia orgánica-funcional debe ser con la máxima Conducción y no con la Gerencia de Recursos Humanos; Servicios Generales; Intendencia o similares

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domingo, 12 de febrero de 2012

Pirateria del asfalto



Autora: Liliana Caruso
Fuente: www.clarin.com

El camión circulaba con semi–remolque y un equipo de frío con 900 pollos congelados. De repente, al llegar a El Palomar, en el Acceso Oeste, se esfumó. Desapareció de su ruta y su destino fue modificado: del frigorífico del Conurbano al que iba a ir pasó a un galpón de Luján. Había sido robado por una banda formada por seis hombres.

 Cuando la Policía pudo dar con el transporte, oculto en un predio de Roca y Sáenz Pena, adentro quedaba sólo la mitad de los pollos , una pistola 9 milímetros y chalecos antibalas.

Este robo, ocurrido a fines de enero, fue un resumen de los golpes que las bandas de piratería del asfalto cometieron durante 2011. Es que la zona oeste del Conurbano –partidos como La Matanza, Morón, Hurlingham e Ituzaingó– se convirtió en la región donde más crecieron los robos de camiones el año pasado.
El 50% de los hechos ocurrió allí, un 5% más que el año anterior , según datos del sector. En segundo lugar está la zona sur, que también creció hasta alcanzar el 33% (antes registraba el 30%).

Pero además, según agencias de seguros y empresas del sector, el año pasado aumentó el robo de alimentos (un 5%) y medicamentos (un 11%) y bajó el de electrodomésticos (9%), que igual sigue siendo el rubro más buscado. Los piratas del asfalto también cambiaron su horario de mayor actividad: la mayoría de los robos los cometieron entre las 12 y las 18 , cuando antes preferían actuar de mañana.

Nada de esto es casualidad. Según los especialistas, los cambios que se están registrando en los robos de piratas del asfalto tienen un explicación lógica. “El aumento de los golpes en las zonas oeste y sur del Conurbano coincide con que en esas zonas no hay fiscalías especializadas en piratería del asfalto. Los ladrones se movieron por la presencia de fiscales en San Martín y Campana, que hacen operativos en forma constante. Otro fenómeno es que se mudaron incluso hacia zonas más lejanas a la Capital Federal”, detalló Víctor Varone, del estudio Iezzi-Varone, que representa a más de 100 empresas.

El abogado explicó además que el cambio de horario que se notó en 2011 tuvo que ver con que el caudal de tránsito que hay por la mañana entre el Conurbano y la Capital Federal impide a los ladrones moverse con velocidad.

Algunos especialistas hablan también de “robos estacionales”, que tienen que ver con la carga y la demanda que hay en cada época . Así, por ejemplo, en diciembre se incrementa el robo de juguetes por las Fiestas mientras que en febrero el botín más preciado son los útiles escolares.

Sin embargo, más allá de las temporadas, en líneas generales la mercadería robada en 2011 también sufrió una variante: aumentó elrobo de medicamentos y comestibles (promediaron cada uno el 17% de lo robado) y bajaron los electrodomésticos (25%). Esto último tiene que ver con las trabas a las importaciones , que hacen que circulen menos artículos de electrónica por las rutas argentinas.

De todas formas, en líneas generales la cantidad de robos de todo tipo bajaron un 4% a nivel nacional si se compara el último trimestre de 2011 con el mismo período de 2010, según cifras que manejan las cámaras del sector. El descenso se registró en Capital Federal pero no en el Conurbano, donde los robos aumentaron alrededor de un 2%. En ese sector es donde se dieron el 65% de todos los robos que hubo en el país .
“El mayor control policial y judicial y la conformación de la Mesa de la Piratería del Asfalto para debatir el problema colaboraron sin duda en esta disminución a nivel nacional”, explicó Varone.

El pico de la piratería del asfalto se produjo entre 2003 y 2004, cuando se llegaron a registrar hasta 500 robos de camiones por mes. Entre 2010 y 2011, hubo un promedio de entre 60 y 100 golpes mensuales, según la época.

La tendencia a la baja empezó en 2009 .

En la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (Fadeeac) aseguran que el delito bajó, pero que sigue preocupando y se necesita profundizar el trabajo de las fiscalías temáticas. “Su funcionamiento en San Martín y Campana permitió desarmar varias bandas que actúan en la rutas. Pero deberíamos tener no menos de cinco fiscalías temáticas en la Provincia para estar en el ideal”, apuntó a Clarín Oscar Farinelli, del Departamento de Seguridad, Fiscalización y Logística de Fadeeac.

Farinelli confirmó que la piratería se va mudando y habló de un gran desplazamiento hacia la zona sur del Conurbano. “En el último año y medio se movió notablemente a Cañuelas, Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda y Quilmes, donde subió más del doble. Estamos en un promedio de dos y tres vehículos robados por día y por eso estamos esperando la decisión de la Procuración de instalar una fiscalía en Lomas de Zamora”.



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sábado, 11 de febrero de 2012

Garantizar la Seguridad



Fuente: Diario La Naciòn (12 FEB 2012)



No hay zona de la Capital que escape de la ola de violencia e inseguridad. El brutal asesinato de un fotógrafo francés, apuñalado en el pecho, a plena luz del día por un delincuente que intentó robarle su cámara fotográfica cuando caminaba por la plaza San Martín, en Retiro, vuelve a mostrar lo desprotegido que se encuentra el distrito, donde los asaltantes, en soledad o en banda, atacan con la impunidad que les da saber que no se los controla.

No fueron pocos los testigos del sangriento hecho ocurrido anteayer que denunciaron públicamente que en ese parque de la ciudad suele no haber policías federales ni metropolitanos. Es cierto que hay cámaras de seguridad, pero su poder es más probatorio que preventivo. Ciudadanos y turistas terminan siendo víctimas de una pelea jurisdiccional por la seguridad que, en rigor, debería ser una política de Estado.

Anteayer, en la plaza San Martín, no había controles policiales a pesar de que se trata de una zona de transbordo con alta rotación de gente y marcado nivel de confrontación, de la que da cuenta un completo trabajo encarado por el Ministerio Público Fiscal de la ciudad, titulado Informe de Conflictividad. En él se auscultan los niveles de enfrentamientos ciudadanos a partir de las denuncias que por delitos, contravenciones y faltas ingresan en el sistema judicial del distrito.

- En 2010, por ejemplo, las unidades fiscales porteñas recibieron poco más de 61.000 denuncias contra las 33.000 que habían ingresado en 2007.

- Para 2011, si bien los datos aún están en proceso, se calcula que serán unas 66.000. Es decir, la conflictividad sigue en aumento.

 Lo interesante aquí es saber cuáles son sus disparadores. Entre otras variables, se ha tendido a establecer el tipo de delito que más se denuncia (claro está, dentro de los casos penales transferidos a la ciudad).   

Encabeza la lista el de amenazas, precisamente con un intenso foco de concentración de casos en la zona aledaña a las estaciones ferroviarias de Retiro.
En tanto, el de daños ha mostrado cierto incremento en la zona norte, más acentuado en el barrio de Belgrano, mientras que la tendencia es a la baja en las denuncias por usurpaciones, centralizadas en la zona de los barrios de Balvanera, San Cristóbal, Almagro y Constitución. La tenencia, portación y suministro ilegal de armas de fuego de uso civil se concentra mayoritariamente en La Boca, Balvanera, Almagro, Liniers y Villa Lugano.

Datos igualmente reveladores surgen del análisis de las denuncias por contravenciones. Encabeza la lista el uso del espacio público para el ejercicio de actividades lucrativas sin autorización, es decir, la venta ilegal; la demanda ostensible de sexo en zonas públicas no autorizadas; la exigencia de retribución para cuidar vehículos en la vía pública ejercida por los cuidacoches o "trapitos" y los ruidos molestos. Mientras se redujo el ingreso de denuncias referidas al manejo de vehículos estando alcoholizado.

Otros datos interesantes que provee este estudio están referidos a quiénes protagonizan delitos, faltas y contravenciones en la ciudad y cuál es su situación social. Tal como están presentados los datos, hay que aclarar que esa caracterización está muy lejos de sembrar algún tipo de consideración discriminatoria.

Por el contrario, resulta sumamente importante a la hora de planificar políticas de Estado responsables, acciones integrales destinadas a contrarrestar esa conflictividad mediante la atención de sus causas profundas como la desigualdad, la falta de apoyo educativo y social para la población más vulnerable; el desempleo y el subempleo; la violencia intrafamiliar y escolar, y el uso de armas o el consumo de drogas, por citar sólo algunos parámetros.

Así, por ejemplo, del análisis surge que existe un marcado predominio del sexo masculino en la generación de conflictividad, en una relación de tres varones por cada mujer. Y que del total de personas que durante 2010 se han visto involucradas en la comisión de un hecho penal o contravencional, el 77% reside en esta ciudad, mientras que el 22% lo hace en el conurbano.

Otro dato no menor es que el 17% de ese universo de imputados presenta problemas habitacionales (reside en asentamientos, hoteles, pensiones o inquilinatos).

En cuanto a su nacionalidad, contrariamente a la suposición más común e infundada, el 69 por ciento son argentinos y representan el 0,22% de la población total de esa nacionalidad que habita en el conglomerado del GBA. Respecto del grupo de extranjeros que residen en esa área, la proporción representa el 1% de los imputados. Mientras que los de nacionalidad peruana triplican a los nacidos en Bolivia y en Paraguay.

¿Qué sentido tiene desmenuzar estos datos? El único que puede aceptarse, por cierto: el destinado a tomar como base esas circunstancias para la planificación de políticas de educación, integración y prevención, atendiendo a los factores culturales, sociales y económicos que subyacen en los problemas de convivencia.

A la realidad no hay que taparla, tampoco tergiversarla ni forzarle una intención que no tiene. Por el contrario, hay que darle un sustento tal que permita a las autoridades encarar las mejores soluciones tendientes a garantizar una buena convivencia. Soluciones, por cierto, en las que los gobiernos nacional, provincial y local deberían trabajar en forma conjunta para evitar que se repitan hechos como el sucedido en la plaza San Martín, en el que el único imputado por la muerte del fotógrafo francés, además, cuenta con antecedentes por robo.

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