Una de las preocupaciones salientes de la sociedad es, desde hace tiempo, la inseguridad, la cual está abonada por la sucesión de delitos graves. Ante los reclamos ciudadanos o las informaciones de los medios de difusión sobre hechos de inseguridad, el Gobierno argumenta que el número de delitos no aumentó en los últimos años y que, incluso disminuyó. Sin embargo, y más allá de la desconfianza que puedan despertar las estadísticas públicas a raíz de la manipulación de las mismas desde la intervención del INDEC, el hecho es que la ciudadanía no dispone de registros que le permitan constatar las afirmaciones oficiales.
Es así que las estadísticas sobre delitos que pueden consultarse en los sitios de Internet del INDEC y del Ministerio de Justicia, alcanzan hasta 2007, lo cual deja a los dos últimos años y medio, precisamente los de gestión de Cristina Fernández de Kirchner, sin referencias sobre la evolución del delito. La falta de información puede deberse a deficiencias de gestión o a un intento por ocultar una realidad incómoda para el Gobierno.
Si se debiera a lo primero se trataría de una falla de consideración ya que impide tener conocimiento de la magnitud de uno de los problemas que más aflige a la población y si fuera consecuencia de una política se trataría de una falta de suma gravedad.
Por este motivo, el Gobierno debe proporcionar a la ciudadanía estadísticas confiables y actualizadas sobre la cantidad y características del delito para poder, a partir de las mismas, evaluar la magnitud del problema de la inseguridad.
Ante las preocupaciones por la inseguridad, el Gobierno sostiene que el delito no aumentó, pero las estadísticas oficiales disponibles en Internet llegan sólo hasta 2007
---
