martes, 29 de octubre de 2013

El búnker con ruedas que utiliza Obama




 
Se llama Cadillac One y, aunque es ahora cuando se han conocido muchos de sus detalles, en realidad este vehículo entró en servicio en 2004, bajo el mandato de George W. Bush; el coche vino a reemplazar a las anteriores berlinas presidenciale, pero supuso una notable mejora en la conducción y en la seguridad, ya que al parecer las limusinas usadas con anterioridad eran "terroríficas de conducir" porque eran muy pesadas y los frenos apenas podían detener el vehículo. Del Cadillac hay muchas cosas curiosas que comentar; la primera es que no hayuna sola unidad, sinó 12

 


Bajo su apariencia de lujosa berlina inspirada en uno de los coches de lujo más populares de Cadillac, el DTS, en realidad se encuentra la robustísima plataforma de una camioneta (en concreto, un : de ahí la enorme distancia entre ejes). a la que se la ha dado la apariencia de berlina. El coche, ensamblando en Detroit por una división secreta de General Motors (propietaria de marcas como Cadillac, Chevrolet, Opel), siempre es conducido por un agente federal del servicio secreto, altamente especializado en conducción evasiva y conocedor experto de cualquier tipo de arma.

Lo que dicho "piloto" tiene entre sus manos en un vehículo de 6,8 toneladas de peso (la mayor parte de esos kilos son, como veremos más adelante, "culpa" del blindaje del Cadillac) y un motor V8 con cerca de 600 CV, una potencia necesaria no para conseguir altísimas prestaciones (de hecho, se calcula que la velocidad máxima de este ronda los 100 km/h y que tarda en alcanzarlos unos 15 segundos), sino para desplazar a este vehículo de 5,48 m de largo con dignidad. En cuanto al consumo, y con los datos anteriormente expuestos, parece que la cifra de unos 30 litros cada 100 km se antoja bastante razonable.



Pero está claro que lo más llamativo de 'la bestia' es su equipamiento, preparación y los gadgets de dispone. Comenzando por el exterior, su carrocería dispone del más avanzado blindaje que se conozca; un buen ejemplo son las puertas, cuyo grosor supera los 20 cm o el de los cristales, por supuesto antibalas, que rondan los 12,7 cm. El blindaje del vehículo que, incluso, se extiende a los bajos del vehículo para contar con protección incluso frente a una bomba, es el resultado de combinar materiales como acero, aluminio, titanio, materiales cerámicos, fibra de vidrio; resulta tan pesado que es casi imposible abrir las puertas desde el interior (la publicación Autoweek equipara su peso a las de un Boeing 747). Por otra parte, los neumáticos son unos Goodyear especiales, anti-pinchazos y con el flanco reforzado en kevlar.

Otras cosas incluidas en el vehículo, según la prestigiosa publicación Autoweek, son el depósito de combustible reforzado y con una forma especial para evitar posibles explosiones, incluso frente a impactos de bala, un maletero con máscaras de oxígeno y un dispositivo para apagar posibles incendios a bordo. y un habitáculo que es como un pequeño búnker, aunque dotado de mucha tecnología y bastante confortable. Comenzando por la parte delantera, el puesto de mandos se caracteriza por incluir un sistema de comunicaciones y porque la ventanilla del conductor es la única que se puede bajar, aunque apenas unos centímetros.
Asimismo no falta un dispositivo con cámaras de visión nocturna que permita al conductor poder "manejarse" en situaciones de escasa visibilidad. Luego tenemos la zona en la que viaja el presidente, separada del conductor por una mampara que sólo se puede accionar desde las plazas traseras. El privilegiado ocupante dispone de todo lo necesario para seguir trabajando a bordo: ordenador, red wifi, una línea telefónica segura para comunicarse mediante video-conferencia con el vicepresidente o el Pentágono. incluso hay un sistema que permitiría depurar el aire del interior en caso de un posible ataque con elementos químicos.

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