Tecnología: inhibidores de alarmas, nuevos aliados de los ladrones de automóviles
El uso de bloqueadores de señales que impiden el cierre
centralizado de vehículos preocupa a los encargados de la vigilancia de
estacionamientos en centros comerciales
Al bajar de su auto, la mujer, de 55
años, apretó el botón del cierre centralizado de su vehículo y se fue a
hacer compras en un centro comercial de Mar del Plata. Al regresar, se
encontró con las puertas del automóvil abiertas, sin señales de haber
sido forzadas. La mujer no lo sabía, pero había sido víctima de una
nueva modalidad delictiva: los robos asistidos por inhibidores de
alarmas de automóviles.
Tan importante es el incremento de la modalidad delictiva
apoyada en el uso de inhibidores de alarmas que los responsables de
seguridad de la mayoría de los centros comerciales del conurbano
reforzaron las medidas para evitar que los asaltantes apliquen esa
tecnología en sus estacionamientos.
En un importante supermercado del conurbano, los
responsables del área de seguridad colocaron carteles con la leyenda:
"La empresa no se hace responsable por los daños, robos o hurtos en su
vehículo. Por favor, asegúrese de cerrarlo con llave"
A partir de un relevamiento realizado por
LA NACION se determinó que son cada vez más comunes los robos de
objetos dejados en los vehículos sin que ninguna puerta, cerradura ni
vidrio hayan sido violentados.
Al ser sorprendidos por el hecho, los damnificados pueden
preguntarse: ¿es posible que se roben lo que se deja dentro del auto o
en el baúl sin que rompan la cerradura ni un vidrio, que no suene la
alarma y sin que nadie lo advierta? La respuesta es afirmativa. Así lo
confirman una serie de hechos ocurridos durante los últimos doce meses.
La policía bonaerense desbarató al menos siete grupos
delictivos y apresó a trece delincuentes que se dedicaban a robar los
objetos guardados dentro de automóviles que estaban estacionados en la
vía pública o en centros comerciales.
Según fuentes policiales, todos los sospechosos usaban
aparatos que pueden obtenerse en sitios de compra en Internet por no más
de $1000 y que sirven para inhibir el cierre centralizado de los
vehículos.
"Se trata de una modalidad delictiva en la que el ladrón
aprovecha el descuido del propietario del vehículo. Debe tenerse en
cuenta que cada automóvil tiene una llave codificada que funciona en una
determinada frecuencia de radio. La gente está acostumbrada a
descender del rodado, accionar la tecla del mando a distancia del cierre
centralizado e irse, convencida de que dejó el automóvil cerrado y con
la alarma activada", explicó Daniel Banda, vicepresidente de la Cámara
Argentina de Seguridad Electrónica (Casel).
Como ocurrió con la mujer de Mar del Plata -el ladrón fue
capturado el viernes pasado y se decomisaron varios inhibidores de
señales en forma de llavero- y con una vecina de Campana, tres clientes
de un importante centro comercial de la zona norte del conurbano
comprobaron que les habían robado las pertenencias dejadas en sus
automóviles, pero que no había ni puertas ni baúles forzados. Tampoco
había vidrios rotos.
"En todos esos hechos, los delincuentes apuntaron a los
automóviles con un inhibidor de alarma. Se trata de un aparato que manda
una señal de radio potente que bloquea la señal enviada desde la tecla
que tiene la llave del propietario del vehículo. No es que el inhibidor
de alarmas sirva para abrir cualquier automóvil. Los delincuentes usan
los inhibidores para evitar que los dueños cierren sus rodados.
Entonces, los asaltantes esperan que los propietarios de los vehículos
se alejen para abrir las puertas y el baúl con el objetivo de apoderarse
de los objetos de valor que puedan encontrar", explicó Banda.
Según fuentes policiales, los delincuentes aprovechan los
estacionamientos de los grandes centros comerciales, con mucho recambio
de gente y donde pueden permanecer dentro de los automóviles sin que
esa circunstancia llame la atención. Tampoco hace falta que el ladrón se
aproxime al automóvil elegido como blanco Los inhibidores de alarmas
tienen un alcance de hasta 40 metros.
Contramedidas electrónicas
Además de modificar las medidas de seguridad, los
responsables de algunos centros comerciales del conurbano adquirieron
equipos que permiten detectar inhibidores de alarmas. Cuando desde la
central de vigilancia del shopping se alerta sobre la presencia de un
sospechoso que usa el bloqueador de señales, se lo busca a través de las
cámaras de seguridad y se avisa al número de emergencias 911.
La decisión de los responsables de seguridad de los
grandes centros comerciales del Gran Buenos Aires de aplicar estas
contramedidas se fundó en la cantidad de reclamos de los clientes que
dejaron sus automóviles en los estacionamientos y que se encontraron con
los vehículos abiertos y sin sus pertenencias.
Al descubrir cuál era la nueva metodología aplicada por
los delincuentes, los encargados de la seguridad de una cadena de
supermercados instalaron en sus estacionamientos el cartel con la
leyenda consignada, pero enfocada en la necesidad de que "se cierre con
llave el vehículo"
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