martes, 23 de junio de 2015

Piratería del asfalto




Autor:  Jorge Joury

Las estadísticas marcan que en promedio los piratas del asfalto roban cinco camiones por día, lo cual arroja pérdidas para las empresas por 1.500 millones de pesos anuales. 

Pero un dato para tener en cuenta es que la zona Sur del conurbano es una de las más calientes en torno a cantidad de delitos.

 Los investigadores sostienen que existe una suerte de manual que las bandas respetan a rajatabla. Tiene que ver con que si van a cometer un golpe, es porque ya tienen la “mercadería colocada”, es decir, un sitio donde van a descargar y vender los productos que acaban de robar.

 Esa operatoria deja al descubierto que nada está improvisado. No es para menos, ya que para hacer desaparecer semirremolques que pueden tener 18,600 metros de largo, 2,60 de ancho y pesar con carga hasta 45.000 kilos, cada una de las etapas debe estar planificada al milímetro.

LOS CHINOS EN LA MIRA
Existen muchas historias en torno a dónde son colocadas las cargas, producto de estos golpes. La mitología popular señala que algunos comerciantes chicos se encontrarían entre los compradores, pero las negociaciones con ellos, no son fáciles. Uno de los investigadores consultados confió que: ” a través de una escucha telefónica durante el seguimiento de una poderosa organización, detectamos un diálogo con un comerciante chino.
 El delincuente le ofrecía un camión cargado con cajas de una conocida marca de vino. En principio le pedía una suma alta y del otro lado del teléfono le respondian en una mezcla de castellano con asiático: “yo no escuchal”.
 Luego el sujeto fue bajando las pretensiones, pero siempre obtenía la misma contestación : “yo no escuchal”. Hasta que el precio resultó conveniente y entonces el supermercadista chino le respondió: “yo complal”. Las historias abundan y no hacen otra cosa que mostrar un escenario acuciante, donde muchas veces los transportistas ven peligrar sus vidas.
MIENTRAS HAYA DEMANDA, HAY DELITO
El abogado Gabriel Iezzi, quien integra la Mesa Interempresaria de Piratería del Asfalto y a quien varias veces entrevisté desde mi programa radial, señaló que “estamos en presencia de un delito organizado, como el narcotráfico. 
Se mueve por una matriz económica alimentada por la demanda. No se roba lo que no se vende”. Esa mesa está integrada por ochenta empresas de la cadena de logística que, en mayor o menor medida, se ven perjudicadas por la acción de las bandas.Según el último informe que publicó esa entidad, el 67 por ciento de los hechos denunciados ocurrieron dentro del territorio de la provincia de Buenos Aires; el 17,5%, en la ciudad de Buenos Aires, y el 15,5%, en el interior del país.
Iezzi sostiene que :”No se roba un camión que no transporte menos de 250.000 pesos en mercadería. Además, no hay bandas que salgan a cometer un hecho sin inhibidores de señal” Se trata de dispositivos electrónicos que anulan toda posibilidad de comunicación entre el camión y su base. 
Hartos de sufrir tantos ataques delictivos, los empresarios transportistas comenzaron a tomar diferentes medidas de seguridad, como la contratación de camiones blindados o dividir la carga en camionetas utilitarias para, en caso de ser víctima de un robo, atemperar el impacto de las pérdidas.
DISFRAZADOS DE POLICIAS
Los investigadores especializados en combatir este flagelo señalan que “en los grandes delitos encontramos un patrón común: realizan el operativo para detener, secuestrar y sustraer el convoy (camión y vehículo o vehículos de custodia) de forma sorpresiva y duplicando la cantidad de unidades para lograr el objetivo. Por lo general, se camuflan con uniformes policiales para distraer la atención de terceros. Luego de la neutralización del convoy se realiza rápidamente una maniobra de reducción sobre el personal de custodia y el chofer del camión, para luego privar de la libertad a éstos y liberarlos varias horas después”.
Para estas bandas, todos los rubros son buenos y colocables en el mercado. Pero el triste ranking del sector que más robos sufrió entre el 1° de agosto de 2013 y el 31 de julio pasado lo encabezan los empresarios dedicados a los productos comestibles y alimentos, con un 25 por ciento de los hechos. El segundo puesto de ese ranking lo “ganó” la industria del calzado, con un 18%; después siguen los artículos de limpieza y cosméticos, con 17%; el cuarto lugar lo ocupan los electrodomésticos, con un 13%; los agroquímicos, con 5%; medicamentos, con 3%; neumáticos, otro 3%; artículos de librería, 2%, y otros, 2 por ciento.
Estos delincuentes invierten en logístiva y compran a través de entregadores información privilegiada del potencial blanco a quebrar. El abogado Iezzi , junto a su socio Víctor Varone tiene hechos seis informes desde el 2009 con el mapa del delito con que se mueve esta mafia. 
“Las organizaciones criminales que se dedican a la piratería del asfalto tienen un funcionamiento similar al de una empresa: un gerente o CEO, que es el que encarga el trabajo según la demanda; un grupo armado que se dedica a dar el golpe, conocido como los gatilleros, y el último eslabón es el informante, la persona que a cambio de un dinero importante entrega información sobre la carga y el camión que la transporta”, señalaron.
LOS ENTREGADORES VALEN POR LO QUE CUENTAN
Una calificada fuente policial que pidió reserva de su nombre apuntó que los piratas del asfalto llegaron a pagar más de 20.000 pesos por la información sobre la mercadería transportada y la ruta elegida. “Generalmente el informante es un empleado infiel. A los llamados gatilleros se les paga entre 40.000 y 60.000 pesos por golpe. El mismo informante puntualizó que : “El CEO les encarga el trabajo a los gatilleros según los pedidos que tiene. Después depositan la mercadería en los galpones que tienen a su disposición para enfriar la carga, es decir guardarla por unos dìas en un lugar seguro, por lo general son depositos ubicados en lugares apartados, hasta que se diluya el asedio policial”. Generalmente el informante es un empleado infiel.
 A los llamados gatilleros se les paga entre 40.000 y 60.000 pesos por golpe. También se señaló que el robo de medicamentos es uno de los más preocupantes, ya que la mercadería es colocada en países limitrofes, donde escasean. Los compradores por lo general son grupos mafiosos que pagan con drogas, que luego serán comercialiadas en nuestro territorio.
LA ZONA DE GALPONES ES CLAVE
En lo que tiene que ver con las zonas rojas donde operan estos delincuentes, en el sur del Gran Buenos Aires se produce el 43 por ciento de los golpes a vehículos que transportan mercaderías. La zona norte, en cambio, sólo tiene el 15 por cuento de los hechos, y el Oeste quedó segundo, con 42%. Pero la capital Federal también es blanco de la delincuencia. Los barrios de Parque Patricios (23%), Villa Soldati (17%), Nueva Pompeya (13%) y Barracas (10%) suman el 60 por ciento de todos los robos que ocurrieron en los últimos tiempos en la ciudad de Buenos Aires. 
Según las fuentes judiciales consultadas, uno de los motivos de que la zona sur de la ciudad sea blanco preferido de los piratas del asfalto es la gran cantidad de galpones que hay donde “enfrían” la mercadería. Otro dato para tener en cuenta es que, la mayoría de los golpes de los piratas del asfalto generalmente ocurren entre las 8 y las 12. Frente a este cuadro de situación, los empresarios adoptaron algunas precauciones como colocar las patentes de los vehículos de carga en gigantografías para su rápido reconocimiento por las fuerzas de seguridad, y agregaron que sería importante la existencia de mayores controles en las subidas y bajadas de las autopistas.
”Transportar mercadería en un camión blindado y con personal de seguridad armado es una herramienta importante para prevenir ser víctima de los piratas del asfalto, además de los más modernos sistemas de control satelital, pero con todo ello, pareciera que los delincuentes siempre están un paso adelante”, reveló un investigador.
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