lunes, 4 de octubre de 2010

Salideras, celulares y radiación





Los inhibidores de celulares ( jammers) aparecen en la nueva Ley de Seguridad Bancaria como el caballito de batalla contra las salideras bancarias.

Tomado de: www.informereservado.net

 Es un arma eficaz para cortar un tipo de comunicaciones entre el delincuente interno y el externo a las sucursales. Así lo planteamos en la audiencia pública en el Senado, previa a la sanción de la ley. Sin embargo, las víctimas pueden ser “marcadas” con otros medios de radiocomunicación, o sin ellos.

 Mientras haya inevitables retiros y depósitos en efectivo, habrá salideras y “entraderas”, con más o menos obstáculos técnicos interpuestos por los bancos para evitarlas.

Como en otros tipos de robo, los delincuentes tenderán a elegir las sucursales que menos dificultades les presenten al momento del asalto. Con esta salvedad se puede afirmar que la inclusión de los jammersdisminuirá la probablidad de elección del banco para el delito. Ahora bien: para que los inhibidores sólo neutralicen a los celulares dentro del banco, y no a los de los vecinos, y además para que sus radiaciones no ionizantes no afecten a los empleados bancarios expuestos, deben ser de baja potencia e instalados adecuadamente.

 Las mismas precauciones deberían aplicarse con las decenas de miles de antenas de telefonía celular, cuyas torres contaminan visualmente los paisajes urbanos y suburbanos. Es que los inhibidores no son más que transmisores de señales con sus antenas, tal cual las estaciones base que dan servicio de comunicación a nuestros celulares. La diferencia es que los jammers transmiten señales de ruido más intensas que logran “pisar” las del servicio celular.

El Comité de Salzburgo es un organismo de científicos de 20 países europeos, el más exigente en la protección de la salud frente a las radiaciones no ionizantes. En 2000 estableció un nivel de densidad de potencia precautorio proveniente de antenas de telefonía celular, que debería adoptarse para evitar daños a la salud humana, animal y a la ecología. Lo fijó en 0,1 microvatios por centímetro cuadrado. Por debajo de ese nivel pueden funcionar perfectamente celulares, modems 3G, internet wi fi y hasta inhibidores, sin producir daños.

El obstáculo no es tecnológico sino normativo. La CNC y el Ministerio de Salud establecieron antes de 2000 un nivel de precaución de 400 microvatios por centímetro cuadrado –aún vigente–, 4.000 veces más que el recomendado por los científicos europeos. Copiaron la normativa estadounidense, que representa los intereses de las multinacionales telefónicas. Poner pocas y grandes torres de antenas con mucha potencia, en lugar de muchas y de baja potencia, para invertir lo menos posible.
Ariel Garbarz 
Ing. en Telecomunicaciones (UBA y UTN)

---