miércoles, 6 de abril de 2016

Custodia de mercaderìas en trànsito



Tomado de:  Enfasis Logìstica (Mèxico)

Diariamente llegan noticias sobre asaltos y secuestros, la delincuencia acecha a cada instante y por este motivo, las empresas aumentan su apuesta por detectar y considerar probabilidades de riesgo, aunque ello requiere tiempo, dinero y esfuerzo.
 Una custodia carretera necesita niveles organizacionales y profesionalismo que se basen en opciones eficaces y actuales que otorguen un grado de óptima calidad y eficiencia, haciendo innovaciones y adaptando sistemas necesarios, lógicos y prácticos. El objetivo primordial es obtener seguridad y confiabilidad de los clientes en el transporte carretero de mercancía: saber que los bienes serán trasladados y entregados sin riesgo alguno en el lugar de destino. 

En el año 2000, según informes de diversos organismos gubernamentales de México, existieron 97.583 denuncias o averiguaciones previas de robo a transportistas. Si deducimos, además, que 40% de las víctimas no realizan denuncias por diversos motivos y en 20% de los casos se ignora totalmente el ilícito cometido, estamos hablando de que en el 2000 existieron aproximadamente 156,132 robos a transportistas, considerando desde los robos mínimos hasta maquinaria pesada. Estas cifras implican niveles de robo de 13,011 asaltos al mes y 433 diarios.
En la red carretera nacional de México circulan diariamente un promedio de 30 mil vehículos de carga; según la estadística delictiva, aproximadamente 1.5% de los vehículos que transportan diversas clases de mercancía son robados, ocasionando con ello pérdidas por muchos millones de pesos.
Una organización que brinde servicios de seguridad debe contar con dos ramas primordiales, la administrativa y la operativa, esta última a su vez coordina las áreas de servicios de seguridad intramuros, investigaciones, inteligencia empresarial y escolta/custodia de transporte de carga.
Las funciones del área de inteligencia respecto a la escolta de vehículos de carga consiste en recolectar información sobre modos de operar de los grupos organizados de asaltantes de autotransportes; analizar y llevar un registro de incidentes, zonas y lugares de asaltos a transportistas, para buscar medidas de protección y tácticas para evitar estos ilícitos; así como también efectuar los estudios de riesgo de las diversas rutas, desarrollar planes de operación y manuales de contingencia, tener actualizados los directorios de las instituciones de seguridad pública a nivel nacional.

Compañías de seguros


La mayoría de las compañías de seguros han dejado de asegurar el ramo de transportes,  las grandes aseguradoras han incrementado sus primas y los deducibles van en un porcentaje de 10 al 40% y cancelación de póliza después de un tercer evento. Las políticas de cada compañía de seguros varían en relación al seguro de transporte, dependiendo de la suma asegurada, si es en moneda nacional o en dólares, aunque se puede pactar un deducible fijo, e igualmente toman en cuenta la ruta a seguir, puntos o zonas de entrega, transportista que efectúa la operación y clase de mercancía asegurada.
De las empresas aseguradoras que cubren el ramo de transporte, algunas están obligando al asegurado a contratar el servicio de escolta-custodia, ya que la carga va más protegida con esta clase de servicio. En este aspecto, algunas aseguradoras le cobran al cliente directamente con la prima el servicio de custodia y, en otras, el asegurado contrata directamente con la empresa de seguridad, pagando el servicio, y le comunica a la compañía de seguros sobre la empresa que contrató.
Los costos de esta clase de servicio (escolta-custodia) van desde seis hasta 18 pesos mexicanos ($1 mex = US$ 0,11) el kilómetro, según la empresa que preste esta clase de labor. De manera tal, por ejemplo, que una empresa puede trasladar mercancía por un valor de 800 mil pesos del DF a Nuevo Laredo, Tamaulipas, pagando un costo por escolta de aproximadamente $ 14.400  (2,400 km de recorrido viaje redondo a seis pesos el km).
Lógicamente, la escolta-custodia de mercancías en carretera debe estar aunada a tecnología de diversas magnitudes: rastreo vía satélite, alarmas específicas, telefonía celular, radiocomunicación, equipos de protección, blindaje, etcétera.

Valores del elemento humano


La selección de los candidatos a trabajar en operaciones de escolta debe basarse en la búsqueda de cualidades físicas y mentales compatibles con una instrucción intensa y constante: inteligencia, prudencia, valor y preparación. Ser cuidadoso en el desempeño de un servicio de escolta en tránsito significa:
• Desconfiar de todas las personas visibles pero sin incurrir en exageraciones.
• Estar bien despierto, ser astuto, honesto, responsable y con capacidad de resistencia y voluntad para cumplir con jornadas largas de tensión y trabajo.
• Para poder llegar a un nivel óptimo de capacitación tiene que pasar por tres etapas: de instrucción, práctica y experiencia propia.
• Mostrar madurez, iniciativa, sentido común, discreción, confiabilidad, seguridad en sí mismos y cordialidad con los demás, adaptación al puesto y autoestima.
• Mantener una discreción estricta sobre las actividades internas o externas que por el cumplimiento de su labor conocen.
• Inspirar profesionalismo, distinción, respeto y confianza.

Minimizar riesgos


Las condiciones de trabajo se estudian a fin de eficientar los recursos humanos y materiales. La lucha debe relacionarse con evitar los robos de los transportes escoltados, no por medio de confrontar a grupos de asaltantes –regularmente bien armados y decididos–, sino a través de la detección preventiva y anticipada para descubrir los riesgos o amenazas, disuadir, burlar o evadir peligros latentes de posibles ataques, solventarlos inevitablemente, así como utilizar las mejores formas de coordinación con los elementos de seguridad pública.
Parte fundamental de lograr la eficiencia es el manejo confiable de la información, así como la coordinación de las actividades basada en la comunicación oportuna y concisa para evitar errores por omisiones, descuidos o avisos a destiempo.
El delincuente patrimonial siempre busca el talón de Aquiles de su víctima. El seguro de las escoltas consiste en detectar a tiempo el riesgo, amenaza o agresión, esto quiere decir antes que los delincuentes lo detecten, su cerebro debe ser capaz de reaccionar inmediatamente ante una situación de amenaza o peligro, saber reconocer vehículo o sujetos sospechosos, saber interpretar gesticulaciones corporales o miradas y actitudes que indiquen peligro.
Algunas recomendaciones importantes pueden ser:
Contratar empresas de seguridad que cuenten con personal capacitado y el equipo necesario.
Hacer un análisis de las mercancías que se van a transportar principalmente si son de las consideradas como de fácil venta en el mercado negro.
Preferir la utilización de caminos con peaje.
Contratar compañías transportistas que ofrezcan un servicio confiable.
Exigir y supervisar que los choferes sean personas honestas y estén plenamente identificadas.
Exigir y verificar que los vehículos utilizados para el transporte sean los adecuados y se encuentren en buenas condiciones.
Evitar en lo posible actividades o actos que incrementen un riesgo, como detenciones  excesivas de los choferes durante una ruta.
Darle instrucciones de seguridad a los choferes y exigir u obligar que las cumplan.
Hacer cálculos precisos respecto a los tiempos de salida de origen, trayecto y arribo al lugar de destino.
Contratar los servicios de empresas transportistas y de escolta de mercancía que no tengan nexos entre ellas a fin de evitar la fuga de información.
Lo más relevante es que los procesos de distribución y los elementos de seguridad lleven una relación estrecha y una comunicación real.

Una falta de coordinación es, generalmente, debida a la desorganización de las empresas transportistas y de las mismas compañías contratantes. Algunos consejos que pueden ser útiles son:
El crimen planea sus actos y explota el factor sorpresa, el escolta no debe dejarse sorprender. Los asaltantes actúan organizados en células y generalmente son gente adiestrada, se comportan con excesiva agresividad, pero no corren riesgos ante la duda, sus víctimas son aquellas que presentan una seguridad nula, endeble o deficiente.
Un plan de contingencia dirigido a situaciones de asalto es eficaz si se conoce como piensan y actúan los delincuentes antes, durante o después de cometer sus ilícitos.

¿Qué hay que saber?

Es ventajoso que la persona encargada de la seguridad disponga conocimientos tales como:
- Geografía urbana y rural.
- Interpretación de planos urbanos y de redes carreteras.
- Radio comunicación.
- Manejo defensivo y ofensivo.
- Marco legal de la seguridad privada y de la seguridad pública.
- Capacidad de observación y ubicación en cualquier terreno.
- Tácticas de vigilancia en movimiento y de reacción.
- Medidas preventivas, de contingencia y posteriores al delito.
- Relaciones humanas.
- Psicología del delincuente.
- Lenguaje corporal.

Recomendaciones básicas

- Contratar empresas de seguridad que cuenten con personal capacitado y el equipo necesario.
- Hacer un análisis de las mercancías que se van a transportar, en especial si son de fácil venta en el mercado negro.
- Utilización de caminos con peaje.
- Exigir y supervisar que los choferes sean personas honestas y estén plenamente identificadas.
- Exigir y verificar que los vehículos utilizados sean los adecuados y se encuentren en buenas condiciones.
- Evitar en lo posible actividades o actos que incrementen un riesgo, como detenciones  excesivas durante un viaje.
- Darle instrucciones de seguridad a los choferes y exigir u obligar que las cumplan.

Tipos de escoltas


Durante una escolta se utilizan diversas tácticas, de acuerdo al tipo y número de vehículos, a la mercancía transportada, rutas y zonas por las que se tiene que pasar, como por ejemplo:
- Escolta avanzada.
- Escolta atrasada.
- Escolta mixta.
- Escolta con cambio de posición.
- Escoltas escalonadas o de retaguardia.
- Escolta con artificios o señuelos para detección de amenazas.

Implementos técnicos

Por la importancia y el cuidado que requieren los recursos materiales, los medios técnicos para potenciar las cualidades de los escoltas son:
- Teléfonos celulares.
- Radios portátiles.
- Señales imantadas y luminosas.
- Rastreadores de unidades a distancia.
- Dispositivos de seguridad para los vehículos.

Asimismo, en la coordinación es importante que los encargados de implementar y coordinar las medidas de seguridad de una empresa productora o comercializadora de mercancías generen una cultura hacia la prevención del delito y que su sistema concuerde con la forma de trabajo de la empresa de seguridad contratada para custodiar y escoltar los embarques y transportes.
----

miércoles, 16 de marzo de 2016

SEGURIDAD HOTELERA



Manual de seguridad para viajeros de negocios 

(El hotel)


Autor: Jesùs Belenguer
Fuente: S.L. Security
Tomado de: www.linkedin.com


Este es el primero de una serie de diez artículos en los que les invito a reflexionar sobre la seguridad en los desplazamientos por motivos profesionales. Para ello, se propondrán recomendaciones generales.
 Le corresponde al lector compararlas con su experiencia y opinión, para así decidir si merecen ser incorporadas a su acervo de seguridad. Se evita, intencionadamente, el lenguaje formal de la prevención de riesgos laborales, pero todo técnico avezado, podrá trasladar fácilmente el contenido de los artículos a su plan de prevención.
Antes de entrar en materia, un breve inciso técnico: Definimos la autoprotección como el conjunto de las medidas de seguridad que adopta una persona. Las primeras de nuestra vida las tomamos de nuestros progenitores y, todas ellas, forman parte de la cultura de una sociedad y son adoptadas por la mayoría de sus individuos. En la foto de la izquierda se recoge una medida, que probablemente es común a todos los lectores y que estuvo, o está,  en su “mochila” de autoprotección.
Conforme la sociedad cambia, o el individuo se desarrolla, la autoprotección también lo hace: unas medidas dejan de ser necesarias y otras nuevas se incorporan. Se trata de un proceso lento, adaptado a los cambios sociales. El problema surge cuando el individuo sufre un cambio brusco de ambiente. En ese momento, puede ocurrir que sus medidas de autoprotección no sean adecuadas y se vea expuesto a situaciones peligrosas, para las que no tiene respuesta. Es lo que ocurre cuando viajamos, por lo que en esos casos debemos preparar una “mochila” especial, adaptada al destino.
Por último, indicar que para la confección de las presentes recomendaciones se considera el riesgo de atentado terrorista como “posible”, y recordar que la conducta que se propone es general, lo que supone que en algunas circunstancias puede ser contraproducente. En caso de duda, o si se prevé exposición a ambientes muy agresivos, se recomienda encarecidamente la consulta a un profesional de la seguridad.

Comportamiento seguro en el hotel


Una decisión habitual cuando se viaja por primera vez a un país de una cultura extraña es alojarse en hoteles de cinco estrellas superior. Se trata de una buena decisión. Estas cadenas permiten mantener el contacto con la idiosincrasia local, a la vez que ofrecen un ambiente normalizado y, sobre todo, muy seguro. Todos disponen de un excelente equipo de seguridad, al que el huésped puede acudir en demanda de consejo o, incluso, solicitar ayuda para la contratación legal de servicios especializados. Una vez conozcamos la zona, podemos optar por otras alternativas.
 Si el hotel está ubicado en un rascacielos, debe solicitar al personal que le acompañe que le muestre la ficha de seguridad (similar a la de un avión), le indique la ubicación de la máscara de gas y compruebe que el precinto está intacto. Si comparte la habitación o prevé hacerlo, solicite una máscara adicional. No dude en preguntar sus dudas y, si no queda satisfecho, diríjase al personal de recepción que, si es necesario, le pondrá en contacto con el equipo de seguridad. Tenga en cuenta que el comportamiento que debe adoptar en una situación de emergencia en un rascacielos puede ser muy diferente al que usted está acostumbrado.
 En general, una estancia segura comienza antes de partir. La ubicación ideal de la habitación debe estar entre la planta tercera y la séptima. De este modo, estaremos en el radio de acción de los medios de rescate locales y prudentemente alejados de la calle, de donde pueden surgir otras amenazas como asaltos, ondas expansivas, etcétera. Cuando se viaje en grupo, salvo que esté contraindicado por otros motivos, todo el grupo se alojará en la misma planta. Estas medidas, junto con la consulta de los recursos de seguridad, deben ser pactadas antes de la contratación del alojamiento. En la mayoría de los casos, se resuelve con una llamada de teléfono o un correo electrónico.
 La recepción de un hotel acostumbra a ser un lugar concurrido. No permita que el recepcionista diga en voz alta su número de habitación y, si debe dejar su llave en recepción al salir, entréguela en mano. Cuando la solicite, al regresar, muestre su pasaporte, no la pida de viva voz. Del mismo modo, evítelo en el desayuno o al usar otros servicios del hotel. Puede solicitar el cambio de habitación por este motivo, si considera que se ha puesto en riesgo su seguridad. 
 Si viaja solo, pida que le acompañen a la habitación la primera vez, compruebe que se encuentra vacía y que no es posible el acceso desde otra contigua o desde el exterior. Aproveche para interesarse por las normas de seguridad, especialmente por el protocolo en caso de incendio y, durante su estancia, si se siente inseguro, no dude en pedir que le acompañen hasta su habitación. 
 En el caso de las viajeras, la medida anterior es especialmente importante. Además, se debe tener en cuenta que, en algunas culturas, dicha solicitud realizada a un compañero de trabajo o conocido puede ser interpretada como una invitación a mantener relaciones sexuales. Lo más prudente es solicitar al responsable de recepción que un miembro del equipo de seguridad del hotel le acompañe a la habitación. Las alarmas personales son dispositivos imprescindibles en estas situaciones. Puede consultar su uso en este artículo de nuestra web de dispositivos.
Todavía hay hoteles donde se usan tarjetas colgadas de la puerta para informar al personal de que pueden arreglar la habitación, o que el huésped se encuentra en su interior, ocupado, o durmiendo. No se deben usar jamás, son especialmente peligrosas en caso de asalto terrorista.
Si desea que limpien la habitación, llame por teléfono a la gobernanta o a la recepción, indicando que la abandona. Mientras esté en su interior, además de cerrar con pestillo la puerta, puede usar un sistema portátil de bloqueo de la misma, otro elemento indispensable en el bagaje de un viajero. Hay modelos que incorporan una potente alarma, lo que incrementa notablemente su seguridad. Puede consultar su uso en el siguiente artículo de nuestra web de dispositivos.
La custodia de efectos de valor y dinero se tratará en otro artículo de esta colección. Respecto al resto de efectos, es recomendable ser ordenado y disciplinado. En caso de olvidar alguno, es posible que reciba una llamada, pero si no es así, llame usted. Es habitual el envío de enseres o puede recogerlos en su próxima estancia.
Una regla instintiva de seguridad es no estar en los lugares donde se puede prever su presencia. Por ejemplo, si se encuentra en un hotel urbano a pie de playa, no se coloque en la zona inmediata al hotel. Doscientos metros a derecha o izquierda le sumirán en el anonimato. Esta misma regla se puede aplicar a la costumbre de “estirar las piernas” después del trabajo. En la mayoría de los casos, no es recomendable salir a pie del hotel. En algunos, lo indicado será hacer uso de las instalaciones deportivas internas, disminuyendo en lo posible la exposición al exterior y, en otros, puede estar recomendado trasladarse en coche a una zona de paseo segura y pactar una hora de recogida. Como norma general, se saldrá y llegará al hotel siempre en coche. Se debe sospechar de todo taxista que plantea la posibilidad de bajar al pasajero en las inmediaciones del hotel, sin penetrar el perímetro de seguridad.
Ciertas culturas castigan duramente el consumo de drogas o alcohol. 
El hecho de que algunos hoteles de las grandes cadenas dispongan de bares donde se sirve alcohol, no significa que en el interior del hotel no rijan las mismas normas. Manifestar signos de embriaguez o, simplemente, sufrir un pequeño incidente dentro del hotel después de haber consumido alcohol, puede tener graves consecuencias. Lo mismo se puede aplicar a otras expresiones culturales. Como norma general, es más seguro respetar las costumbres locales durante toda la estancia y aprovechar para embebernos de ellas, lo que seguramente mejorará nuestro conocimiento y capacidad de negociación. 
Un aspecto muy importante se refiere a la documentación confidencial. Existe la tendencia a considerar que la información está segura en el hotel, lo cual ya no es cierto. Como norma, no lleve de viaje más información que la imprescindible, llévela siempre consigo y siempre protegida bajo un sistema robusto de encriptación. Se tratará más extensamente este tema en otro artículo de esta colección. Baste decir que una de las características que define el siglo XXI es el uso masivo de la Inteligencia en el mundo de los negocios, con todas las consecuencias que ello conlleva.
Cabe la posibilidad de que le resulte necesario viajar a zonas remotas, donde las condiciones higiénicas no son las adecuadas. En estos casos, el mejor acompañante de un viajero son los “sacos sábana”, a poder ser con tratamiento bactericida y contra insectos. Normalmente incluyen una funda para la almohada y permiten dormir en cualquier cama, garantizando nuestra salud y tranquilidad. Puede consultar su uso en el siguiente artículo de nuestra web de dispositivos.
Pero las condiciones higiénicas no deben centrar nuestro interés. En estos casos, comprobar cierres, vías de escape, o incluso usar nuestro propio detector de incendios, es fundamental. Si debemos usar este tipo de alojamientos, el entrenamiento previo con un profesional es imprescindible y siempre debemos tener presente que, en algunos casos, el riesgo es inadmisible.
Por último, indicar que para un viajero el hotel puede considerarse un oasis de seguridad, especialmente los de las grandes cadenas, donde encontrará buen inglés, información, comunicaciones, alimentos y agua saludable, seguridad y, si hay suerte, un restaurante italiano donde reponer fuerzas después de unas semanas de “delicias” locales. En términos de seguridad, es lo que se denomina un “recurso”. Es recomendable tener localizados los grandes, especialmente los ubicados en lugares estratégicos: cerca de aeropuertos, centros financieros o nuestras zonas de paso. Un ejemplo ilustrará mejor el concepto: En algunas ciudades, como la mayor parte de las africanas, los aeropuertos son lugares peligrosos, especialmente los que tienen poco tráfico. Si su vuelo le sorprende con un retraso indefinido, es posible que el mejor lugar para esperar sea un hotel cercano. No es necesario que se aloje; puede pedir que le guarden el equipaje y disfrutar de los servicios de bar, restaurante o business center. Si informa a la recepción de su situación, seguro que le avisarán cuando se normalice el vuelo y, si se alarga mucho, siempre puede alojarse y vivir, un día más, “al otro lado”.
---

CONSULTORIA DE SEGURIDAD



Autor: David Lee
Fuente: Manual de Seguridad  


  El requerir los servicios de un asesor en seguridad suele ser, en muchos casos y en particular para las personas que no tienen una cultura de prevención, una simple reacción ante la ocurrencia de un daño cuando, al haberse materializado una amenaza, no se quiere que se repita más en el futuro. En otras palabras, se busca tapar el pozo, después de ahogado un niño.

Infinidad de organizaciones son, de igual forma, reactivas y en muchas otras existe algún nivel de resistencia a buscar asesoría debido principalmente a que, el hacerlo, sugiere que su personal de seguridad es incompetente, a que el informe negativo de un externo afecte su programa interno, o bien, porque la información proporcionada al consultor pueda comprometer la seguridad de la empresa.

En la realidad, las prácticas modernas de administración muestran que se obtienen muchos beneficios al recurrir a consultores externos, ya que la incorporación de un talento, de manera temporal, para resolver problemas y desafíos, generalmente repercute en la reducción de costos, mejorando las condiciones del departamento de seguridad, sus empleados y de ahí a toda la organización.

Existen básicamente 3 tipos de consultores en seguridad:

  1. Consultores en administración de seguridad.
    Representa al grupo más grande de consultores, quienes se especializan en una determinada disciplina, de acuerdo a sus conocimientos y experticia, asesorando a sus clientes en la implementación y administración de estrategias de protección, en los distintos sectores socioeconómicos: salud, manufactura, transporte, banca y finanzas, así como el comercio al pormenor.
  2. Consultores en seguridad técnica.
    Conformado por personas que poseen conocimientos técnicos especiales de seguridad física y sistemas, tecnologías de información y comunicación, seguridad personal, asuntos y regulaciones legales, ingeniería, responsabilidad y debida diligencia, así como personal de seguridad y gestión de la fuerza de protección.
  3. Consultores en seguridad forense.
    Quienes se ocupan de la investigación, identificación y recolección de evidencias, identificación de vulnerabilidades, estrategias de mitigación y litigios.
Unos y otros, pueden realizar tareas en las distintas áreas de consultoría de acuerdo a un determinado caso y a las necesidades del cliente. Es altamente recomendable, no obstante y en cualquier instancia, el conformar un comité asesor de seguridad, cuyos miembros posean la información, nivel de injerencia y conocimiento de la instancia en cuestión, a fin de determinar las acciones del personal de seguridad interno y considerar los apoyos por parte de consultores de seguridad externos.

Un consultor profesional parte del análisis de problemas y de la evaluación de las medidas de seguridad existentes, para proceder a sugerir una combinación efectiva de soluciones de seguridad, pudiendo incluir en ellas una mezcla de diseño arquitectónico, métodos de prevención, establecimiento o actualización de políticas y procedimientos, implementación o aumento de personal, capacitación y adiestramiento, así como equipamiento en seguridad.

Recuerda que es más fácil prevenir que remediar, no seas uno más de los que tapan el pozo después de ahogado un niño, deja de ser reactivo y proponte ser preventivo.

Para hacerlo de la mejor forma, no consideres únicamente las recomendaciones de vendedores de equipos de seguridad, ya que éstos te llevarán a adquirir todo lo que tengan en su portafolios y no necesariamente lo que requieras para tu protección.

Te sugerimos acercarte a un consultor profesional y certificado, ya que además de hacer un uso racional de tu presupuesto, elevarás los niveles de seguridad, en tu lugar, de la mejor forma.

---

viernes, 26 de febrero de 2016

Modalidades de engaño


Autor:  José Luis Spaltro


La delincuencia, historicamente ha utilizado el engaño y la sorpresa para la ejecución de sus acciones.

No hablamos de Inteligencia -en los términos que conocemos- sino de viveza, rapidéz mental y determinado grado de experiencia (adquirida en la misma actividad delictiva o transmitida familiarmente).

En los hechos que venimos analizando y que la prensa ha sobrevalorado como cometidos por profesionales, superbandas o elementos integrantes de grupos comando, los ingredientes antes citados (engaño y sorpresa) resultaron preponderantes para el exito de los mismos.

Si limitamos nuestra visión a lo meramente delictivo, estos hechos son comunes. Si profundizamos el tema, relacionandolo con connotaciones políticas, el eje del tema se desvirtúa.

Concretamente: robos en edificios o en barrios cerrados se producen con una frecuencia semanal y la misma crónica policial lo ignora; si la sumatoria de los ilícitos sirve para "operar " y con ello debilitar a determinado funcionario nos hallamos ante un tema de internas políticas y ajeno a cualquier Análisis Delictivo serio.

Retomando el ítem Engaño:


1. La vestimenta policial (o de similares características) es de fácil adquisición por medios legales.

Camisas de color negro,  tricotas de lana azul o negra; pantalones de corte recto, azul o negro y camperones de nylon color azul.
Estos elementos se venden, sin mayor reparo, en cualquier comercio de vestimenta.

Su costo no es significativo.
2. Los portacredenciales, de cuero negro, con la forma de medalla, fundas para pistola, cintos, porta-esposas, soportes para bastòn tonfa: en armerìas y comercios de equipamiento policial-militar ubicados en proximidades al Departamento de Policìa (en Capital Federal), La Plata y otras localidades del gran Buenos Aires o interior del paìs.

3. Los gorros, azules con bisera, en cualquier lado, aun en puestos callejeros.

El trabajo de montaje no es complicado: letras de plástico color amarillo se adhieren con poxipol (a los gorros y sobre la espalda del camperon).


Así tememos -a primera vista- un hombre/mujer de la PFA.

Sobre su cuello, cuelga un portacredencial negro sostenido con un cordón negro de zapatilla.

En su interior, una cartulina color amarilla con el escudo nacional y la leyenda Credencial.

Pregunta:

"... quién tiene la sangre fría, especialmente en una calle oscura, para pedirle al supuesto policía que le exhiba la credencial ? "

El delincuente está en las mejores condiciones de actuar, con casi todo a su favor.

La sorpresa está siempre presente: hay que esperar el momento para emplearla.

Otra forma de engaño, sin cometer un delito inicial: la entrega de pizza o comidas a domicilio.

Por lo general -en especial adolescentes y jóvenes- facilitan rápido el acceso a los edificios del pibe de la comida, que habitualmente deja el ciclomotor atado con una cadena a un árbol o columna de alumbrado.

Aunque llame a un departamento equivocado, no importa, ....pasá.

El tema de los carteros (o distribuidores de correspondencia) es más difícil y no se está utilizando actualmente.

Otro engaño muy frecuente es ingresar al edificio, hablando por celular y pegado a un vecino o un delivery... Una vez adentro, la situación se evalúa.

Los edificios céntricos, en los cuales hay "privados" -saunas o prostíbulos- el tema seguridad es inexistente, ya que sus "regentes" adornan al portero para que no haga preguntas ni mire a los ojos de los potenciales o reales clientes.

La modalidad, como ya analizamos, se centra en la rapidéz, la tranquilidad, el uso medido de la fuerza y la claridad de las ordenes.

Poco se está advirtiendo, por los menos en los ultimos meses, la presencia de pseudos plomeros, services en general u operarios del cable, agua o luz.

Tampoco la utilización del: ...baje por favor, traigo un telegrama.

Las víctimas que fueron entrevistadas (Encargados de Edificios), coinciden:


Lenguaje muy claro, enérgico, cara descubierta.

Miran a los ojos (intimidación)

Ropas no llamativas.

Herramientas adecuadas y acordes al tipo de trabajo a realizar; barreteado de puertas o ventanas; corte de cerraduras; perforación de cajas, etc.

Bolsos, mochilas, bolsas para juntar lo robado.

Selección de objetos a sustraer.

Pocos insultos: un cuidado respeto hacia mujeres y niños (no se registraron violaciones ni manoseos).


----

lunes, 18 de enero de 2016

Reflexiòn de un fiscal


De ironías y sarcasmos



Autor: Dr Marcelo Romero 
Fuente: www.online-911.com
La obsesión de los gobernantes -o de sus asesores- por estar hiperconectados las 24 hs y utilizar las redes sociales para comunicar todo lo que suceda en el micro-cosmos de la Administración, tiene sus riesgos.
Durante la llamada “crisis de la triple fuga de General Alvear”, cuando todo el país estuvo en vilo por la evasión de tres peligrosos criminales, condenados por el triple homicidio de General Rodriguez, las más altas autoridades gubernamentales “informaron” a la población a través de sus cuentas de Twitter y Facebook, sobre los avatares de la búsqueda de los delincuentes, con papelón incluído cuando se felicitaron mutuamente por una recaptura que al final no había sido, sino hasta varias horas después.
Evidentemente, las redes sociales han revolucionado el mundo de las comunicaciones interpersonales. Se han convertido en una herramienta muy valiosa para la difusión planetaria de ideas, posturas, noticias, chimentos, publicidades o simplemente, tonterías. Les cambió la vida a los periodistas, que ahora tienen fuentes a granel en el bolsillo de su jean o en su cartera. Hizo multibillonarios a sus creadores y muy ricos a sus accionistas. Y así.
Es decir, nadie -en su sano juicio- puede negar los beneficios de estas plataformas informáticas de alcance masivo. Pero su uso indiscriminado por parte de los funcionarios de alto rango, amén de banalizar sus importantes responsabilidades, puede transportarlos al grotesco en cuestión de segundos.
Un presidente, un gobernador, un ministro, un intendente, no pueden -no deberían- comunicar actos de gobierno por Twitter o Facebook. Tal vez puedan replicar en sus cuentas algún comunicado oficial -debida y prolijamente redactado- reenviando al link de las páginas oficiales o alguna fotografía o ilustración…
Pero hacerse los graciosos, los serios, los sarcásticos o los solemnes por las redes sociales, lleva a los funcionarios al pantanoso terreno del ridículo.
Y, como en otros aspectos de la vida, del ridículo no se vuelve… Aunque se puedan borrar los Tweets, eliminar los posteos de Facebook o aclarar los yerros vía Whatsapp.
Pido perdón a los asesores tech por estas breves reflexiones.
(*) Fiscal del Ministerio Público  

domingo, 10 de enero de 2016

Sirve el Mapa del Delito ?




Fuente:  www.lapoliticaonline.com

La ausencia de este instrumento impide anticiparse al delito ya que se interviene recién después que sucedió.
La inseguridad sigue siendo la principal preocupación de los habitantes de la ciudad de Buenos Aires, casi dos (2) de cada tres (3) porteños lo consideran el problema más grave. Sin embargo el gobierno nacional y también el de la Ciudad, desconocen la verdadera magnitud de la situación ya que no se cuenta con un sistema integrado de información y estadística criminal. Esto significa que las distintas fuerzas de seguridad que intervienen en la capital del país y el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo de ambas jurisdicciones, no intercambian ni analizan la información que cada uno produce.
La ausencia de este instrumento impide anticiparse al delito ya que se interviene recién después que sucedió, esta política de seguridad reactiva se consolidó durante estos años; el Estado llega tarde, cuando llega, y en la mayoría de los casos no identifica ni sanciona al responsable, por lo que la regla es la impunidad frente al daño ocasionado.
La casi nula llegada de ”la Justicia” y los obstáculos de la burocracia, deterioran la confianza en la denuncia ante el descreimiento de su utilidad, recuperar su valor es también esencial para mejorar la confiabilidad de los datos. La utilización de las nuevas tecnologías nos permite descentralizarlas con la posibilidad de utilizar la web o aplicaciones específicas, reduciendo la “cifra negra” del delito” y mejorando la sistematización y el análisis de la información, inclusive para intervenir en tiempo real.
Construir el mapa del delito permitirá darle valor agregado a la información reunida y a los informes de victimización que ya se producen anualmente en la Ciudad. El conocimiento de los tipos de delito, las zonas, los horarios, la modalidad; implican la posibilidad de analizar de manera inteligente la situación, para implementar estrategias que colaboren con la prevención y reduzcan el tardío arribo de la presencia estatal.
Durante los últimos años, los gobernantes se negaron a informar la situación del país en el que vivimos. El acceso a la información es un derecho y la ley 25266 hace responsables a los funcionarios que violen su obligación de informar las estadísticas del delito; pero que nos hayan impedido saber, también ha significado la dificultad de analizar seriamente la realidad para proponer y poner en marcha, con responsabilidad, herramientas idóneas para abordar el flagelo de la inseguridad y saber, a ciencia cierta, el impacto de las políticas públicas que se implementan.
El compromiso de construir un mapa del delito es entonces, una buena noticia para mejorar la seguridad pública.

La Prevenciòn del delito




En voz baja, como para no quedar comprometidos (pegados),  varios jueces y fiscales repiten en privado, o en esos ambitos cerrados donde no suelen filtrarse los comentarios,  que desde que se desactivaron las redes informativas, la Prevención del delito es nula.


Las redes informativas,  formales e informales, historicamente han servido de sostén para las actividades de Inteligencia y de Seguridad. 

También lo han sido los "lobos" -individuos- sin estructura que por sus contactos, vínculos o actividad, tienen acceso a información del mundo delictivo.

Las nefastas reestructuraciones de las Areas de Inteligencia; la separación de Agentes altamente calificados; los recortes presupuestarios y la constante presión política han llevado a la actual situación.

Recomponer el Sistema Informativo es factible:

...  sólo hace falta la voluntad política de hacerlo; comprometerse con las asignaciones presupuestarias y dejar trabajar a los que realmente entienden del tema.


---