martes, 25 de enero de 2011

Piratería del asfalto




Así roban las bandas de piratas del asfalto

 La Unidad Especial de Investigaciones de Delitos Cometidos contra el Transporte de Carga nació como modo alternativo para luchar contra este tipo de delito en la zona norte del conurbano bonaerense.

Autor:   Adrián Martínez
Fuente: www.laprensa.com.ar


La piratería del asfalto siempre fue el mayor flagelo en el transporte de cargas y nunca se supo cómo combatirla, ya que las causas se perdían en los laberintos de la burocracia judicial.


 Hace un año la Procuraduría General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense y las empresas transportistas diseñaron un modo alternativo de investigación para hacer frente a una modalidad delictiva en continuo cambio: las fiscalías temáticas. Hasta ahora hay dos, una en San Martín, a cargo del fiscal general Marcelo Lapargo, y otra en Zárate-Campana, a cargo de Liliana Maero.

"Se eligieron estos departamentos judiciales, porque la piratería ya estaba muy instalada. Tenemos el corredor del Mercosur, las rutas 9 y 8 y las 193 y 6 -que las unen- y estamos en el límite con Entre Ríos. En cambio, San Martín tiene muchos lugares de descarga de mercadería, con gran cantidad de fábricas, galpones y depósitos", explicó la fiscal general de Zárate-Campana, Liliana Maero.

"El objetivo del Area Temática es compartir entre los fiscales los datos sobre las bandas, porque hoy usan herramientas tecnológicas sofisticadas y, como tienen un funcionamiento celular, superan los límites jurisdiccionales, policiales y judiciales", dijo Maero.

LAS BANDAS

En la última década, la piratería se volvió un delito que exige una fuerte estructura organizativa y el uso de tecnología de última generación para poder burlar los sistemas de seguridad. Por eso ya casi no hay asaltos al voleo y el 90 por ciento de los ataques son por encargo.

"Desde que cayó la megabanda el 4 de octubre de 2010.  no volvimos a tener un solo hecho en Zárate.

 Evidentemente se están guardando y analizando cómo seguir. Al cambiar la investigación, tendrán que modificar su ingeniería. Antes actuaban en la ruta 193, pero ahora comprobamos un desplazamiento a la zona San Nicolás", expresó el fiscal de Escobar, Facundo Flores, que encabezó la investigación que desarmó la banda más importante de los últimos 20 años.

"Se roba lo que el mercado necesita. Cuando comienza la siembra, buscan agroquímicos y, para el Día de la Madre, van por los electrodomésticos y la perfumería. Lo que queda claro es que antes de cometer el hecho ya tienen toda la información de la carga", comentó Flores.

LA DEMANDA

Según los fiscales, la piratería no se mueve en los oscuros bajos fondos del mercado negro, sino que florece, sobre todo, en la economía legal.

"Casi todo lo robado se coloca en comercios formales, que compran de buena y de mala fe. En realidad, se trata de un conflicto social: roban porque hay demanda. Hoy los hipermercados y las grande casas de electrodomésticos tienen mercadería sin documentación que la respalde", explicó Maero.

"El negocio funciona como el comercio de autopartes -expresó la Fiscal General-. En la calle Warnes hay talleres lícitos que venden partes ilícitas, robadas a pedido del cliente. Además, el último eslabón es el blanqueo del dinero, que también termina en el mercado legal, como los emprendimientos inmobiliarios".

"Por eso la mejor forma de combatir la piratería es controlar la evasión tributaria. En esta causa, allanamos un local de "El Mundo del Deporte", que vendía zapatillas robadas a precios de mercado. Pasa lo mismo con los frigoríficos y supermercados chinos. El otro gran canal de venta es Internet: aunque todavía no pudimos atrapar a nadie, es obvio que gran parte de lo que se ofrece en "Mercado Libre" tiene un origen dudoso", comentó Flores.

LAS CELULAS

Por la complejidad de su estructura, los fiscales están convencidos de que no hay más de un decena de bandas. Si bien es cierto que existen casos aislados de "robos la voleo", los piratas del siglo XXI manejan organizaciones que piensan con una lógica empresarial.

"Son como una PyME. Hay un jefe que contrata "células independientes" de acuerdo al cargamento. Ellos sólo coordinan la operación y tienen un gran poder adquisitivo, que les permite alquilar depósitos y regentear la mano de obra. La mayoría son empresarios vinculados al transporte, con un pleno conocimiento del mercado", describió el fiscal Flores.

En segundo lugar están los "gatilleros", que son los encargados de interceptar a los camiones, reducir a la custodia y trasladar la carga hasta un galpón, donde los "reducidores" la fraccionarán y venderán en pocas horas, porque siempre trabajan con la mercadería "ya colocada".

"Son raros los enfrentamientos, porque los custodios y los camioneros se entregan sin resistencia -sostuvo Flores-. El secreto no es el ejercicio de la violencia, sino la demostración de un fuerte poder de fuego. Con unos 120 robos durante este año tuvimos sólo dos tiroteos.

 Todo depende de la logística: para asaltar un camión con dos vehículos de custodia se necesita la intervención de 15 a 20 delincuentes y la utilización de 6 a 7 vehículos.

 La megabanda tenía en este grupo a dos ingenieros, que se encargaban de diseñar los aparatos para neutralizar los seguidores satelitales".

De acuerdo a la experiencia de los fiscales, a diferencia del accionar delictivo de los "90, el éxito de la piratería hoy no depende tanto de la intervención de policías corruptos, sino del manejo sutil de la información.

"Los policías suelen integrar bandas de robo calificado, pero no de piratas, porque exige otra ingeniería, otro nivel cultural -definió Maero-. Quedó claro con esta investigación, donde no se infiltraron datos de la pesquisa".

"Lo más costoso es la inteligencia previa, porque roban a pedido: el dato de la carga viene de "empleados infieles" de las propias empresas productoras o de los intermediarios, como las compañías de logística, los puertos y las compañías de monitoreo satelital", contó Flores.

COMO SE INVESTIGA

Del lado de la investigación, todo depende de la creatividad de los fiscales y de su capacidad de trabajo, ya que las bandas cambian su composición en cada asalto.

"Es como si el jefe tuviera una gran agenda: convoca a las células para un trabajo específico. Pero siempre hay alguno que se repite y ahí podemos actuar. Este año teníamos a un reducidor excarcelado en una causa y nos aparecía involucrado en otras", explicó la fiscal Palacios.

"Lo primero es el análisis telefónico. Se rastrean las comunicaciones hasta determinar qué papel cumple cada componente. Son muchos meses de trabajo, sin recursos y a pulmón. A veces perdemos varias semanas siguiendo una pista incorrecta", contó Flores.

"Cuando tenemos un celular repetido en varios hechos, lo intervenimos, lo que de por sí es difícil, porque los sacan con documentación falsa y sin domicilio de facturación. Además, utilizan apodos y debemos llegar a la persona, ponerle un nombre y una dirección reales. Luego se arma un organigrama de la banda, con sus roles y responsabilidades", explicó Flores.

"En esta última causa llegamos a identificar a 150 personas, logramos hacer 50 allanamientos simultáneos, con presencia del Ministerio Público en la mayoría, y apresamos a más de 30 personas -sostuvo Flores-. Entre que decidimos que ya teníamos la información suficiente y salieron los pedidos de detención, la misma banda cometió otros tres asaltos en las rutas de Zárate. Si seguíamos recolectando datos, nunca íbamos a actuar: hay mucha gente involucrada".

PREVENCION

Tras un año de funcionamiento, la constitución de un área especializada parece haber sido un buen hallazgo.

 Aunque los fiscales siguen atendiendo todos los delitos de sus unidades funcionales, ante un caso de piratería se constituyen en un solo cuerpo para compartir datos y, por ahora, parecen haberle dado un nuevo significado a la acción judicial: la prevención, ya que desde que se desbarató la megabanda se frenaron los asaltos en el corredor norte del conurbano.

"Creo que se debe a que no hay muchas bandas y tienen dividas las zonas, no compiten -dijo Maero-. Todavía no se ha tomado dimensión de nuestro trabajo. Si meto preso a un homicida, no va a bajar el índice de asesinatos. Pero en este caso, sí: al desarmar la megabanda evitamos muchos robos".

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